POST# 10

Profeta deja el credo a tanta gente que se diluye su capacidad de cambio. El ocultismo a la vista de todos es el último oxímoron, es el que más lodo arrastrará, lodo mueve lodo, y el agua vuelve lodo todos los cimientos. No somos peces, nos ahogaremos entre lodo y agua. Profeta instruye en magia negra burocrática a uno de los elegidos para firmar el credo. Profeta va a casa de la gente, ve cómo se drogan y hablan, a continuación, lentamente. Profeta es un chungo. El loco nunca quiere estar allí; en medio de todo cuando Profeta se pone chungo con la gente. Es el ermitaño que ha bajado de la montaña y está poniendo en práctica todo lo aprendido allí arriba. Lo primero, les privará de oxígeno hablándoles despacio, pero de continuo: su dióxido de carbono comenzará a marearlos y sus defensas caerán, Profeta, entonces, les convencerá de lo que él quiera. El loco sabe que parte del discurso es auto-sugestión para que el mago se sienta INTEGRADO en lo que está pasando, pero hay una mínima esencia que sí es cierta. Y eso es lo bastante problemático como para que el hombre tome algo de control, y al menos, escriba esto. El hombre escribe sobre el mago y el loco para que sean en el papel y se explayen y hagan sus locuras y construyan su magia, para que puedan ser fuera del hombre y dejen de intentar ocupar su sitio en el mundo para ser, ser, ser, ser fuera del creador o de la madre. SER. La Ese E Erre son las siglas de Serpiente Eres Rey. Una sociedad secreta que ha hecho bien su trabajo, por ello no ha sido vendida por la gente de La Felguera, como El Libro Negro, El Libro Verde y El Libro Rojo.

Las Ciencias Falsas, a partir de ahora las CC.FF. son una exploración con cuaderno de campo de todo lo que deja de ser para que la realidad se cristalice. Las CC.FF. estudian todas esas opciones de la materia que son desechadas cuando se construye la realidad. Es sólo documentar todas las vainas repletas de despojos de la nuestra.

Extracto de La ciencia al margen, un huevo dorado para ti (2025)

POST #9

Antes fue sólo el mimetismo. Me sentaba a la máquina y simplemente hacía como que estaba escribiendo. Pero no lo estaba haciendo, intentaba pagar una deuda que nunca había existido. La deuda, la palabra, el cadalso. Era un extraño entre signos de puntuación, se usan de forma intuitiva y mágica. No era por ninguna necesidad de comunicar nada a nadie, a NADIE. No fue una investigación orientada al auto-conocimiento, al despertar, a salir del Nigredo. No. No lo era. Lo que allí pasaba estaba directamente dictado por el traqueteo de la máquina, de nombre NONAMES porque la esquizofrenia estaba aún latente. La cosa era rellenar espacios en blanco, no por la necesidad de orden, no por la urgencia cósmica de reconocer una verdad en medio de la tormenta. La cosa siempre fue una catarsis ruidosa e incómoda que sólo yo provocaba; como si me quisiera autolesionar pero fuera demasiado vago. Control sobre lo que me dolía. Enumeraciones que se alargan a la sombra de poetas mediocres. Rezar y sucumbir antes del bautismo ateo.  

Y nunca sabes qué va a pasar cuando un papel mecanografiado cambia de manos. Esto es para ti, le miento. Gracias, me miente él también.