miércoles, 9 de octubre de 2024

Cinco años

Estamos acabados, siempre creí que los locos caerían antes que los escritores. Año 2014, se sortea a Dios en la máquina durante el prime time de Telecinco. Fueron cientos de miles de euros; es lo que vale un Dios-padre ausente, y una máquina sin partes móviles, tallada en pura roca. Una talla torpe de algo que nunca funcionó. Ciento de miles de euros.

Recuerda que si no te gusta la fuente se puede trampear. Como Dios que no estaba en la máquina, como la máquina que no era tal. Esto no es literatura, es un artefacto, dijo alguien después de soltar su bla, bla, bla. Fue en el año 2014, cinco años después cae el Diablo. Travestido de servilismo con el mercado, siendo el mercado, dejándose cabalgar por la ramera. Cuando te mueres piensas en la biblia. En Dios. En el Diablo. En la lengua de Enoch. Piensas en cómo llegaste al luciferismo, en cómo se lo contaste a los chicos blancos que hacían vudú en el club de fumadores. 

Un doctorcito blanco nos cuenta, a una cámara de un documentalista y a mi yo de 13 años, que el vudú sí funciona. Que lo podían llamar, a sus resultados, como úlceras sin explicación, una enfermedad cultural. Si todos creen se hace real como para devorarte la piel a nivel microscópico. Jodidas declaraciones, ¿eh? 

En 2019 se rompe todo y la ramera cae de bruces frente a La Bestia. Quién devoró a quién no se tiene claro. Que quedó un feo rastro de vísceras y sangre estuvo claro desde el mes de abril. An April Song, An April Song. Todo se ¿acaba? o sólo se acaban los sitios extremadamente cómodos donde existir. ¿Existir? La herida del ombligo ya me pertenece sólo a mí, sólo a mí. He desempaquetado todo el dolor del profeta, todas las dudas como lanzas de punta. He desempaquetado el cómo lo imagino, el dolor del profeta, de El Mago y El Loco. Chocan en ángulos imposibles. Nadie cruza a la vera de nadie. An April Song.

¿No ves que me estoy consumiendo de la única forma que sé? ¿No ves que sólo me esfuerzo cuando no me cuesta trabajo? ¿No ves? ¿Ves? Porque la paz viene del contraste, porque la deuda nunca fue mía, porque la culpa es una señal, porque todo o casi/ fue un malentendido. 

Finales de 2024, subo a la red [en forma de blog] lo que iba a ser un manifiesto anarco-mágicko y google me lo tumba por un error techno-burocrático que podría ser el comienzo de un capítulo de Black Mirror, como todo últimamente. 

Si quieres que salga el sol, hazlo. Do What Thou Wilt, el amor será toda la ley y en su nombre... se cometerán... en su nombre. 


MAGIA Y ANARQUÍA [Finales de 2024]

Fdo, el último pupilo 

 

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