miércoles, 16 de octubre de 2024

POST#5

Dos.

Salgo de la ducha con buenas noticias. Fumo un cigarrillo para celebrarlo, el único en meses con un sentido más allá del gesto. Me siento bien, demasiado, como el puto Aleister Crowley después de chulear un cheque; ya tengo dinero para huir del dragón. Soy yo su droga. Muy a mi pesar, palidezco frente a lo posible, me siento enfrente de la ficción de máquina y escribo encorvado como una gárgola [enorme sonrisa de piedra], cuando podría estar masticando mis propios dientes, pero no. Otro día más. La pausa del sortilegio lo confunde con suerte sin más. Con lo que se veía venir. La magia milagrosa se camufla en giros del destino, la intención ya existía. Hoy estoy loco, cacareo recetas sumerias de estofados y sopas, canto en latín todos los himnos del punk que conozco, invento un código rap lleno de palabras como espuma que te araña la piel, doy órdenes sin saberlo, camuflo las posibilidades de ideas deliradas. Era el plan perfecto.

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POST #6

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